Oda al fútbol en La Cerámica, donde se disputó el mejor partido de lo poco que llevamos de La Liga 24/25
No busquéis en esta crónica un 100% de imparcialidad porque el que escribe esto es celtista, aunque esto no me impida ver los partidos con la óptica de un aficionado al fútbol. Es más, seguro que a muchos os pasa, que a vuestro equipo (como si se tratase de vuestro hijo) le exigís más que a los demás.
Lo de ayer en La Cerámica fue, sin duda, el mejor partido de lo que llevamos de Liga. Vale, llevamos 3 jornadas… pero si lo comparamos con el Getafe-Rayo del finde pasado, son dos deportes distintos.
El Celta llegaba en la ola de a quién le sale todo bien tras muchos (demasiados) años mirando más al pozo que al cielo. Tras las últimas perlas de Benítez (semejante personaje merece un artículo aparte) se encomendaron al entrenador que hizo volar al Celta Fortuna, Claudio Giráldez, y tras conseguir la permanencia, este año le han dado plenos poderes en la configuración de la plantilla, confiando y mucho en la cantera.
El Villarreal, con esa capacidad que sólo tienen algunos clubes bien gestionados de comprar barato y vender caro, se ha reforzado muy bien este verano tras la “palanca” de la venta de Sorloth y sobre todo, tras haber colocado por 24 kilos a Jorgensen y por 14 entre Cuenca y Brereton. Y han llegado Barry, Costa, Kambwala, jugadores que seguro que en el equipo groguet se revalorizan, y otros más contrastados como Ayoze o Pepé. En los despachos, de diez. Dieron la cara vs Atleti y asaltaron el Pizjúan. Con estos mimbres asaltar la ansiada 4ª plaza de Champions no parece una quimera.
Y con estos preámbulos, salió un partido champagne. El Celta, ojo al dato, cambió a 7 jugadores con respecto al partido del viernes ante el Valencia, incluidos los 3 de arriba. El Villarreal también metió algunos cambios al tratarse de jornada intersemanal.
Y a volar! A tumba abierta. Ocasiones en ambas porterías, el Celta con mucha pegada arriba y mucha fragilidad atrás. El Villarreal encontrando una autopista por la banda derecha.
Gol del Panda. El primero como celtiña. Empate Cardona para el Villarreal,. A la media hora 8 tiros a puerta entre los dos equipos. En una falta lejana, Mingueza “Pernambucano”, la clava al poste y adentro. Golazo. El Villarreal sigue apretando y el Celta lanzando contras. Yeremy Pino al palo, Alfon perdona a puerta vacía. Descanso. 1-2. Un respiro.
Segunda parte. Lejos de bajar el nivel, todos al ataque. El Villarreal mete a Ayoze, y en los minutos que van del 60 al 64 remonta el partido. Villarreal con pegada de equipo grande, el Celta con defensa de equipo blando. Lejos de bajar los brazos, Giráldez mete a su tridente de ataque titular y se suceden las ocasiones, tanto para el 4-2 como para el empate a 3-3. Y fue un defensa, el sueco Starfelt, quien empataba de cabeza en el 80.
Y aquí, la locura. Lejos de conformarse con el empate el Celta siguió desbocado a por la victoria. Swedberg falló todo y más. Cabezazo desde el área pequeña, mano a mano… y emergió la figura de Diego Conde para salvar a su equipo. Entre media, gol anulado al Villarreal por fuera de juego y otro mano a mano celeste, esta vez de Douvikas, que la mandó al palo.
Y la crueldad alcanzó su cénit en el 96, córner a favor del Celta, y a la contra agarrón tonto de Hugo Álvarez que empieza fuera pero en lugar de soltarle sigue dentro. Penalti en el último minuto. Y como la crueldad ayer no tenía límites, Iván Villar logra pararlo…. Pero en el rechace Parejo marca. 4-3. Alivio en La Cerámica. Incredulidad celeste. No se puede hacer más para ganar, o quizás si, meter alguna.
En la retina del aficionado neutral, partidazo disfrutón. En el Celta, dulce derrota, perder con orgullo… ya, pero mucha rabia por perdonar tanto aunque la imagen haya sido muy buena. Con 7 cambios y muchos canteranos, todos aportando. Y en los de casa, ojito a este equipo que apunta alto, quizás aspirar a la Europa League se les quede corto. Plantilla tienen para soñar con Champions.
Gran partido, resultado a mi juicio injusto. Te compro el empate con pinzas y, desde luego, una victoria celeste, no hubiese extrañado a nadie.
PD: Gracias a Rafa Benítez porque ya sabía que todo esto iba a pasar y no le dejaron. Seguramente, él hubiese jugado igual de bien ayer y buscado la victoria con su fútbol vertiginoso y de ataque, apostando por la juventud y la cantera. En fin…..