No fue un partido con exceso de magia en el césped, pero sí un despliegue quirúrgico de eficacia por parte de la Real Sociedad. En una fría tarde en Butarque, los donostiarras vistieron de dorado y convirtieron lo sencillo en arte: tres goles, tres puntos y una nueva página escrita en su ascenso hacia Europa.
Momentos que definieron el encuentro
Minuto 14. En un fútbol donde las combinaciones largas suelen ser protagonistas, un pase en largo de Take Kubo rompió esquemas. Sergio Gómez recibió en la banda izquierda, miró al área y mandó un centro preciso que Luka Sucic dejó pasar con un gesto de inteligencia. Brais Méndez no falló. Fue el tipo de gol que hace pensar que la eficacia no necesita ornamentos, solo precisión.
A partir de ahí, el partido parecía tener dueño. Pero el Leganés, empujado por su público, encontró pequeñas fisuras en la defensa realista. Óscar, en la segunda parte, obligó a Remiro a lucirse con una parada que recordará durante mucho tiempo. Fue un destello de esperanza en un partido donde los locales nunca lograron conectar con el gol.
Minuto 78. Entonces llegó el momento de Ander Barrenetxea. Entró al campo, se ubicó en el área y, como un cazador esperando su oportunidad, aprovechó un rechace para mandar el balón al fondo de la red. No hubo adornos, solo contundencia.
Tiempo añadido. Cuando todo parecía decidido, Oyarzabal firmó el gol más estético de la tarde. Una combinación rápida con Barrenetxea culminó en un disparo imparable desde el interior del área. El marcador ya era irrebatible: 0-3.
Más allá del resultado
El fútbol tiene una cualidad especial: cada partido cuenta una historia. Este no fue solo un enfrentamiento entre un equipo que busca afianzarse en la élite y otro que pelea por sobrevivir en la categoría. Fue una lección de cómo dominar sin posesión, de cómo convertir cada oportunidad en una afirmación de identidad.
La Real Sociedad presentó un once lleno de rotaciones, pero no se notó. Siete futbolistas que no estuvieron en el duelo copero ante el Conquense formaron parte de un engranaje perfecto. El esquema de Imanol Alguacil, un 4-3-3 versátil, se adaptó con elegancia a los retos del Leganés.
Pero no todo fue perfecto. Lesiones como las de Aihen Muñoz y Zubimendi, que obligaron a realizar cambios prematuros, podrían ser un problema para el equipo en las próximas jornadas. Aun así, la profundidad de la plantilla permitió suplir estas bajas sin perder el control.
Un equipo que promete más
Con esta victoria, los txuri-urdin se posicionan en el sexto lugar de la tabla, tocando con los dedos los puestos europeos. Más que los puntos, lo que emociona a su afición es la sensación de un equipo en construcción que crece jornada a jornada. La conexión entre veteranos como Oyarzabal y jóvenes talentos como Barrenetxea es una señal clara de que este proyecto tiene futuro.
El camino hacia el éxito no es lineal, pero días como este confirman que la Real Sociedad está en la dirección correcta. Mientras otros equipos pierden puntos por falta de contundencia, los donostiarras encontraron en Butarque una nueva fórmula: menos es más. Tres goles, tres disparos clave, y una victoria que vale oro.
Fotos: El Diario Vasco | Imagen de clasificación: Web oficial de LaLiga.
Iker Vicente