Un excelente Nico Williams en ataque y un salvador Unai Simon bajo palos dieron vida a los rojiblancos

En San Mamés dio comienzo la nueva temporada para Athletic y Sevilla. Ambos clubes, con sus armas, se medían en la Catedral con la intención de llevarse los primeros tres puntos del campeonato. La ciudad de Bilbao, que disfruta estos días de su Semana Grande, se vestía de gala para animar a los suyos en uno de los años más ilusionantes de la última década. Los sevillistas, que abarrotaron la zona visitante del estadio, llegaban molestos con la actual directiva tanto en lo deportivo como en lo económico, ya que se presentaron en San Mamés con tan solo 15 fichas profesionales, sin ninguno de los tres fichajes realizados hasta la fecha.
El choque comenzó con mucho “rock and roll” por ambos lados. El Athletic se acercaba con un brillante Nico Williams, que quería estrenar su renovación hasta 2035 de la mejor manera posible. Con sus buenas intervenciones por banda y el buen juego rojiblanco, los leones fueron generando peligro. Pero el Sevilla tampoco se quedó atrás, Dodi Lukebakio y Akor Adams llevaron inquietud a la portería rival con acciones de calidad en ataque.
La fragilidad defensiva sevillista quedó en evidencia en el penalti cometido por Juanlu sobre Nico Williams, que tras caer en el área se encargó él mismo de ejecutar la pena máxima. Con calma, pausa y mucha sangre fría, anotó el primer tanto liguero del Athletic. Minutos más tarde, en el peor momento para los visitantes, una gran jugada de Nico Williams acabó en gol de Maroan Sannadi tras un rebote, ampliando la ventaja local. El partido se marchaba al descanso con el Athletic por delante en el marcador.
En la segunda mitad el Sevilla asumió el protagonismo. La entrada al terreno de juego de Ejuke y el desparpajo de Lukebakio pusieron en serios aprietos al cuadro dirigido por Ernesto Valverde. El Athletic, aturdido por el arreón sevillista, no supo reaccionar a las constantes embestidas visitantes.
Dodi Lukebakio, uno de los jugadores franquicia sevillistas ,si no el que más, puso el partido patas arriba con un gol antológico que recortaba distancias. El encuentro se puso al rojo vivo ya que los tres puntos peligraban para los bilbaínos y los andaluces soñaban con llevarse, al menos, un empate de San Mamés.
El Sevilla continuó atacando la portería de Unai Simón, que respondió con varias intervenciones de mérito para mantener a su equipo en el partido. Y cuando más lo merecían los visitantes, llegó el tanto de Lucien Agoumé, que devolvía la igualdad al marcador e hizo estallar de alegría a la grada visitante.
Con el empate, el Sevilla siguió generando ocasiones, pero entre las paradas providenciales del internacional Unai Simón y la falta de acierto en los últimos metros, dejó escapar la posibilidad de culminar la remontada. Y al final, fue el Athletic quien se llevó el triunfo gracias a una jugada magnífica entre los hermanos Williams que culminó el debutante Robert Navarro tras un centro medido de Nico.