El Rayo Majadahonda recibía en el Cerro del Espino al Club Deportivo Coria, el equipo cacereño ocupaba la quinta posición de la clasificación mientras que el madrileño la decimotercera, en puesto de play-out. Aunque la tabla podría indicar un favoritismo hacia el equipo visitante, el Rayo no había perdido de local y el CD Coria había sumado dos derrotas en tres partidos de visitante.
El partido empezaba con un Rayo mucho más propositivo, con un juego más pausado y horizontal con una presión muy agresiva tras pérdida con la que conseguía robar balones en campo contrario, pero que también dejaba huecos atrás que favorecían que el Coria jugara un fútbol basado en transiciones muy rápidas una vez superaba esa primera línea de presión. A medida que avanzaba el partido se iba trabando más el juego, cada vez había más pausas y se pisaban menos las áreas.

En la segunda parte empezó con un cambio de papeles, fue el Coria el que subió las líneas y apretó la salida de balón de un Rayo al que le costaba mucho sacar la pelota y que veía como única opcion buscar a Ilies con balones largos para que descargara sobre Plomer, el mejor jugador del equipo técnicamente. Por parte del equipo cauriense, Dawda Dambelleh era el jugador que más peligro creaba.
Pero a falta de 20-25 minutos los visitantes empezaron a notar el desgaste que les había dejado un inicio de segunda parte tan intenso y el equipo majariego jugó el último cuarto del partido en terreno rival, encerrándoles en su área y centrando muchos balones buscando el gol de la victoria que no llegó.

Un punto para cada equipo que aleja al Rayo Majadahonda de los puestos peligrosos y que no le sirve al Coria para seguir luchando por los puesto más altos de la tabla.