El Club Atlético Osasuna afrontaba el encuentro con la necesidad de levantar una dinámica que hasta ahora se le estaba resistiendo, especialmente lejos del Sadar. El conjunto navarro ha mostrado momentos de buen juego, pero también errores preocupantes tanto en concentración como en consistencia. Lisci (entrenador de Osasuna) había dejado claro que quería mayor agresividad, ritmo elevado y menos errores individuales, algo que ayer no se puedo reflejar en el encuentro.
Desde el planteamiento táctico, Osasuna trató de imponer verticalidad, presión tras pérdida con doble punta y salida rápida al ataque con Victor y Rubén. Sin embargo, se volvió a diluir con el paso de los minutos como acostumbran los partidos del equipo Pamplonica.

El inicio del partido fue, sin duda, prometedor para los rojillos: buscaron el control del balón, transiciones rápidas y llegada al área rival. En los primeros veinticinco minutos se vieron desbordes por banda, centros peligrosos y una sensación de que Osasuna quería dominar. Parecía que el partido seguía el curso esperado, encerrar a un Real Oviedo con mucho nerviosismo e imprecisiones sobre el césped.
Pasado el ecuador de la primera mitad, llegó el momento crítico. El equipo rival encontró espacios, especialmente cuando Osasuna intentaba atacar en bloque alto, aunque con muchas imprecisiones con el balón y sin llegar a crear claras ocasiones de peligro
Tras el descanso hubo un bajón notorio en el ritmo del partido y con ello las ocasiones para ambos equipos. Esas fases donde Osasuna “desaparece” normalmente en las segundas mitades. Esta vez no fue diferente, solo que el Oviedo no termina de arrancar con buen pie la temporada y no llegó con peligro.

En el global, el partido de Osasuna deja malas sensaciones, pese a que suma un punto fuera de casa por primera vez en esta temporada liguera.
El reto ahora para Osasuna es claro: mejorar la gestión del partido entero, no solo los primeros minutos y mantener el orden pese a no encontrar el gol o claras ocasiones.
Destacar la lesión en el min 15’ de Lucas Torro y la vuelta de Aimar Oroz tras más de un mes fuera de los terrenos de juego.
