El derbi gallego disputado en el estadio de Espiñedo dejó clara la lectura de un partido bien planteado por el Racing de Ferrol y desaprovechado por el Arenteiro. Los visitantes llegaron conscientes de la necesidad de reaccionar tras dos derrotas consecutivas y lo hicieron con oficio para marcar la diferencia en los momentos clave.
El Arenteiro arrancó con ambición, generando presión en los primeros compases y obligando al Racing a replegarse y defender. Los locales disfrutaron de varias acciones peligrosas, intentos lejanos, saques de esquina y centros al área que exigieron al portero visitante. Sin embargo, esa ventaja inicial en iniciativa no se tradujo en ocasiones claras que hicieran daño al rival.

El primer tanto del Racing llegó justo antes del descanso a través de Álvaro Ramón, que con un disparo certero batió al guardameta local en el minuto añadido de la primera mitad. Ese gol cambió la dinámica ya que obligó al Arenteiro a salir más al ataque en la segunda parte, lo que dejó espacios que los de Ferrol supieron aprovechar.

En el minuto 49 Edgar Pujol anotó el segundo tanto visitante, ampliando la renta del Racing y otorgándole el margen necesario para controlar el partido. Desde ese momento el guion pasó por la gestión de la ventaja por parte del equipo ferrolano que mostró mayor seguridad defensiva y orden táctico.

El Arenteiro intentó recomponer su juego, pero la falta de precisión en los metros finales y la presencia de un rival bien posicionado le impidieron recortar distancias. Al final, un penalti a favor del Arenteiro fue detenido por el guardameta visitante, un golpe de efecto que cerró las esperanzas del equipo local.
Con esta victoria el Racing de Ferrol no sólo suma tres puntos sino que recupera sensaciones y credibilidad, reafirmando su condición de candidato serio en el grupo. El Arenteiro, por su parte, sigue sin conocer la victoria y ve cómo la presión aumenta alrededor del equipo mientras los resultados no acompañan.

En resumen, se presenció un enfrentamiento en el que el visitante supo golpear en los instantes decisivos y luego administrar, mientras que el local tuvo ocasión de responder pero no encontró la llave para hacerlo. El derbi no dejó emociones extremas, sí certezas: el Racing puede volver a la senda esperada y el Arenteiro debe reforzar su propuesta para que Espiñedo deje de ser un escenario de dudas.
