El Aston Villa contra todo pronóstico y después de una primera mitad en la que el Chelsea mandó con claridad terminó celebrando una remontada que vale oro en la Premier League: 2‑1 con doblete de Ollie Watkins para seguir escribiendo una de las mejores historias de la temporada.
El Chelsea, con más iniciativa y posesión desde el pitido inicial, pareció dominar el partido durante gran parte del primer tiempo. La conexión entre Cole Palmer y Joao Pedro creó peligro constante, y fue precisamente un saque de esquina ejecutado por Reece James el que terminó con el balón rozando lo justo para que Joao Pedro lo empujara al fondo de la red al borde del descanso. Un gol que parecía premiar el control del conjunto blue.
Con el partido cuesta arriba y la segunda mitad ya en marcha, Unai Emery movió ficha con un triple cambio que cambió no sólo la dinámica del encuentro, sino también el estado de ánimo de su equipo. La entrada de Ollie Watkins resultó un golpe de efecto inmediato.
En el 63’, aprovechando un balón al espacio y la asistencia de Morgan Rogers, Watkins superó al portero para empatar el encuentro y encender la esperanza de los villanos. No se detuvo ahí: ya casi en el 84’, el inglés se elevó en el área para rematar de cabeza un centro desde la esquina y sellar la victoria 1-2 que desató la euforia entre la nutrida afición visitante desplazada a Londres.

Este triunfo no es cualquier resultado. Con él, el Aston Villa alcanza las 11 victorias consecutivas en todas las competiciones, igualando unas rachas sólo vistas en la historia centenaria del club en 1897 y 1914, y se mantiene firme en la pelea por el título, a apenas tres puntos de los líderes.
Una remontada con mayúsculas, un héroe inesperado desde el banquillo y un Aston Villa que no sabe lo que es rendirse. Stamford Bridge vivió un guion de película, y los villanos se marcharon a casa celebrando un capítulo glorioso más en su extraordinaria temporada.
