Un tanto en propia puerta de Woltemade decide un intenso derbi de Tyne-Wear y deja tocadas las aspiraciones europeas de las ‘urracas’.
El Sunderland se llevó el derbi del noreste de Inglaterra tras imponerse por 1-0 al Newcastle en un partido cargado de tensión, intensidad y emoción hasta el último minuto. El encuentro, disputado en un ambiente eléctrico, se decidió por un infortunado autogol de Nick Woltemade que terminó siendo definitivo.
El duelo arrancó con máxima igualdad, con ambos equipos más preocupados por no cometer errores que por asumir riesgos. El Newcastle intentó llevar la iniciativa a través de la posesión, pero se encontró con un Sunderland bien ordenado, intenso en la presión y muy sólido en defensa.
La acción clave llegó en la segunda mitad, cuando un centro lateral provocó la mala fortuna del delantero Woltemade, que en su intento por despejar el balón acabó introduciéndolo en su propia portería. El tanto desató la locura en las gradas y dio alas a los locales, que supieron gestionar la ventaja con inteligencia.

A partir de ahí, el Newcastle buscó el empate con más corazón que claridad, acumulando hombres en ataque, pero sin encontrar el camino al gol ante un Sunderland firme y comprometido. Las ocasiones finales no fueron suficientes para evitar una derrota que deja a las ‘urracas’ tocadas en la clasificación.
Con este triunfo, el Sunderland refuerza su gran momento de forma y se acerca a los puestos europeos, mientras que el Newcastle ve frenada su progresión en uno de los partidos más esperados de la temporada.
Un derbi de los que se recuerdan en Sunderland… y se lamentan en Newcastle.
