Si bien el buque insignia de todo luchador es la entrega, si bien la competitividad en la primera categoría del fútbol español es semejante a una marea ascendente sin control, si bien un encuentro en Sevilla es sinónimo de una ardua travesía por los siete mares, el Real Betis fue testigo del naufragio del Deportivo Alavés, que apenas pudo llegar sin vida a la orilla. Desgranamos a continuación todo lo acontecido en el estreno del nuevo templo del Real Betis, a escasos 9 kilómetros de Heliópolis.
Tras un debut deslúcido ante el Elche donde fueron dominados en varias fases del juego, Pellegrini tenía clara la sustitución de Ricardo Rodríguez, pues el suizo se caía del once en favor del viejo conocido Júnior Firpo en el lateral izquierdo. El plan de partido se basaba en la posición de Lo Celso, asociándose impredecible con el carril derecho que ocupaba Héctor Bellerín ante un desguarnecido Víctor Parada variando su posición para buscar la espalda de centrocampistas. Sergi Altimira fue una figura clave a la hora de entenderse con el argentino y trenzar jugadas al primer toque entre central y lateral derechos del Deportivo Alavés.
La entrada del canterano internacional sub-19 Pablo García agitó el encuentro mientras la escuadra vitoriana se mostraba desesperada por lograr el gol del empate, pues el Real Betis se escudó en las transiciones rápidas (a las que sacó mucho rédito) de forma gradual en el partido, además de la entrada de un perfil más defensivo en el lateral izquierdo como Ricardo Rodríguez y la internada Valentín Gómez como quinto defensor.
Por su parte, el planteamiento del ‘Chacho’ Coudet no disociaba del de la jornada 1, en una apuesta por la continuidad y un ejercicio de confianza en el once que hizo sucumbir al Levante UD. Es ya palpable esa salida asimétrica con Jonny Otto muy cerca de los dos centrales y Parada cogiendo vuelo, lo que permite que Carlos Vicente pueda prodigarse por banda y Guridi, en su enésima labor de ocupación de espacios, pudiera abrirse a banda derecha sin oposición. Destaca también la posición de Aleñà como verso libre partiendo desde la izquierda, buscando esas triangulaciones con Antonio Blanco como otro protagonista y esa impredecibilidad siendo también comodín en varias zonas del campo. Arriba, Guridi trataba de aprovechar esos espacios entre central y lateral y servía como hombre de trabajo en una defensa en un 4-4-2 con las líneas muy juntas. El juego se fundamentaba además en un Pablo Ibáñez y un Toni Martínez muy solidarios en la presión a mediocentros y el juego en largo respectivamente.
Llegó la savia nueva en forma de cambios poco después del entreacto, entre los que destaca la capacidad de uno contra uno de Abde Rebbach en pos de fijar a Héctor Bellerín, él criterio y control orientado de Guevara y el desplazamiento de Aleñà a su posición natural de mediapunta puro en detrimento de Guridi y Pablo Ibáñez, donde el técnico argentino buscaba más verticalidad y esa nota amenazante en asociación donde el catalán podía caer a banda para generar superioridades. Los recursos de Mariano y Calebe (en este último caso con más éxito) también fueron utilizados, siendo el brasileño ex de Fortaleza EC capaz de jugar por dentro.

El partido no estuvo exento de polémica, pues Facundo Garcés sufrió un codazo bien entrado el segundo tiempo, propinado por el recién entrado en ese instante Ricardo Rodríguez, mientras ambos de encontraban suspendidos en el aire en plena disputa dentro del área, la cuál emanaba de un córner visitante, que no apreció como penalti en primera instancia Miguel Ángel Ortiz y tampoco fue considerado para revisarse en la sala VAR. El ámbito disciplinario constó de 5 amarillas, tres de ellas para el conjunto babazorro. (Ibáñez 42, , Garcés 78′ , Antonio Blanco 81′; Lo Celso 46′ , ‘Cucho’ Hernández 83′ ).
El próximo reto bético tendrá lugar en este mismo escenario ante un rival de altura como el Athletic Club. Los verdiblancos completaron la igualada a 2 ante los vascos la temporada pasada en el Benito Villamarín con un gol tempranero de Isco Alarcón y otro de un hombre de los que ha partido este verano rumbo al extranjero, Romain Perraud, en el añadido del primer hemistiquio de juego para colocar el 2-1, mientras que los babazorros tendrán que verse las caras con el Atlético en uno de los feudos que se le atragantan históricamente al conjunto colchonero, Mendizorrotza, con tan solo 3 victorias en 8 partidos desde que el Alavés volviera a Primera División de la mano de José Bordalás en la temporada 2015/16, antes de visitar al Athletic para completar un triunvirato de duelos ante rivales europeos de gran jerarquía.