Tras la confirmación de Fabrizio Romano, el FC Barcelona contará con los servicios del polaco Wojciech Szczesny, que se retiró hace solo un mes con 34 años tras disputar la Eurocopa con su selección. La lesión de Ter Stegen ha provocado esta situación poco usual, pero Szczesny no es el primer futbolista en desempolvar las botas para volver a los terrenos de juego.
Jens Lehmann: Arsenal (2011)
El legendario portero alemán salió del Arsenal en 2008 tras verse superado por Manuel Almunia como primera opción de Wenger y regresó a su Alemania natal, donde se retiraría en 2010 como número 1 del VfB Stuttgart. Año y medio después de colgar las botas, una plaga de lesiones acechó al club gunner y Wenger acudió a Lehmann, que finalmente decidió aceptar un contrato hasta final de temporada. En un principio, Jens solo iba a rellenar la convocatoria, pero las lesiones de Mannone, Fabianski y el protagonista de este artículo, Szczesny, le obligaron a disputar un partido de Premier League contra el Blackpool, el número 200 y último de su carrera.
Arjen Robben: Groningen (2020-21)
Una de las mayores leyendas del Bayern de Múnich anunció su retirada en 2019, pero el club de su ciudad le necesitaba y Arjen Robben no dudó en ayudarles. El COVID-19 afectó mucho al Groningen y la llegada de Robben supuso una buena ayuda económica. Tras debutar con gol en un amistoso contra el Arminia Bielefeld, el extremo neerlandés solo aguantó 28 minutos en su regreso a la Eredivisie antes de sufrir una lesión en el gemelo que le apartó hasta mayo de 2021. Arjen consiguió jugar cinco partidos más al término de la temporada, cuando anunció su retirada definitiva.
Paul Scholes: Manchester United (2012-13)
El colorado Paul Scholes se retiró tras la final de UEFA Champions League de 2011, con un partido homenaje en el verano de ese mismo año para celebrar sus 17 años de carrera profesional con el Manchester United. Tras solo unos meses en el cuerpo técnico y ante la plaga de lesiones de los mancunianos, Scholes decidió coger el toro por los cuernos y volvió a vestirse de corto para ayudar al equipo de su vida. Su regreso no pudo ser más épico, entrando como sustituto en la tercera ronda de la FA Cup frente al City y marcando el gol decisivo. Tras una buena segunda mitad de temporada, Paul aceptó una extensión de contrato y se retiró en 2013 con 499 partidos disputados.