La Real Sociedad avanzó con esfuerzo y paciencia a los dieciseisavos de final de la Copa del Rey tras vencer por 0-1 al Conquense en un duelo que se resolvió en la prórroga. La Fuensanta, escenario de una noche histórica para los locales, vibró con un partido que puso en jaque a uno de los grandes de la Liga, evidenciando que en la Copa no hay rival pequeño. La entrega del conjunto conquense y el apoyo de una afición entregada fueron los protagonistas de un encuentro cargado de emoción.
Una noche mágica en La Fuensanta
La ciudad de Cuenca vivió un ambiente especial desde temprano. Las calles cercanas al estadio se llenaron de aficionados que portaban con orgullo los colores blanco y negro del Conquense, muchos de ellos soñando con una hazaña inolvidable. La Fuensanta, con sus gradas a rebosar, se transformó en una caldera donde el ánimo de la afición local no cesó en ningún momento. Para el equipo conquense, este partido representaba la posibilidad de entrar en la historia, enfrentando a un club de Primera División y disputando una competición europea con determinación y coraje.
Por otro lado, la Real Sociedad llegó al partido con la presión de evitar cualquier contratiempo. En el césped, se encontraron con un rival que supo cómo maximizar sus recursos y ofrecer una resistencia férrea durante más de 120 minutos.
Dominio de la Real, pero sin claridad
El primer tiempo mostró a una Real Sociedad dominante, pero sin la precisión necesaria para abrir el marcador. El Conquense, bien organizado en un 5-4-1 compacto, neutralizó los intentos de los txuri-urdines, que buscaron crear peligro por las bandas. Sin embargo, los centros de Odriozola desde la derecha y las incursiones de Javi López por la izquierda no lograron superar a un Raúl Bernabéu inspirado bajo los palos.
El equipo local, lejos de encerrarse completamente, generó algún peligro en transiciones rápidas. Yoshimura y Antonio lideraron estas intentonas, aprovechando cualquier espacio que la Real dejara en su repliegue. El primer acto concluyó sin goles, con la sensación de que el Conquense había ejecutado a la perfección su plan defensivo.
El segundo tiempo y la prórroga: la diferencia la marca la calidad
En la segunda mitad, la Real Sociedad incrementó la presión y la velocidad en su juego, pero seguían faltando ideas en los metros finales. Las ocasiones más claras seguían naciendo desde las bandas, con Odriozola como uno de los jugadores más activos. No obstante, Bernabeu continuaba siendo un muro para las esperanzas visitantes.
Con el empate a cero al final de los 90 minutos, el partido se extendió a la prórroga. Fue en este periodo donde la profundidad de banquillo y la calidad individual de la Real Sociedad marcaron la diferencia. En el minuto 92, Brais Méndez encontró el espacio justo para conectar un remate decisivo tras un centro desde la derecha. Este gol acabó siendo suficiente para sellar la clasificación.
Análisis táctico: el reto de superar un bloque bajo
El planteamiento del Conquense fue una lección de cómo competir frente a un equipo superior en calidad. Desde el inicio, los locales optaron por un esquema de 5-4-1 que priorizaba el cierre de espacios interiores y el sacrificio colectivo en defensa. Esta estrategia limitó las opciones ofensivas de la Real Sociedad durante gran parte del partido.
1. El orden defensivo del Conquense:
El bloque bajo fue el pilar del éxito defensivo del Conquense. Los centrales, liderados por Recuenco y Titi, estuvieron impecables en los balones aéreos y mantuvieron a Sadiq lejos del área. Por su parte, los mediocampistas ayudaron constantemente a los laterales, evitando que las incursiones por las bandas resultaran peligrosas.
2. Las bandas como única salida para la Real
Con los espacios interiores cerrados, la Real Sociedad tuvo que recurrir a las bandas para generar peligro. Odriozola y Javi López fueron los principales responsables de empujar por los costados, pero los centros que lograron conectar no encontraron destinatarios claros debido a la efectividad de los defensores locales.
3. La importancia de los ajustes en la prórroga
Imanol Alguacil realizó cambios clave en la prórroga, destacando la entrada de Brais Méndez. Su posición como extremo a pierna cambiada generó desequilibrios al interior, facilitando movimientos más peligrosos en el área rival. Además, la Real intensificó la presión, recuperando balones en campo rival y minimizando las salidas del Conquense.
4. El desgaste físico como factor decisivo
A medida que avanzaba el partido, el desgaste físico comenzó a pasar factura al Conquense. Pese a su esfuerzo titánico, el equipo local no pudo mantener el mismo ritmo en la prórroga, lo que permitió a la Real Sociedad controlar los minutos finales con mayor comodidad.
Reflexión final: una victoria que deja lecciones
El ajustado triunfo de la Real Sociedad es un recordatorio de que en la Copa del Rey, ningún rival debe ser subestimado. Si bien los txuri-urdines lograron avanzar, lo hicieron con mucho sufrimiento, dejando dudas sobre su capacidad para romper defensas cerradas. Por su parte, el Conquense demostró que, con organización y sacrificio, es posible competir contra equipos de mayor jerarquía.
Esta noche en La Fuensanta quedará en la memoria de los aficionados conquenses como un ejemplo de cómo el fútbol puede igualar las diferencias y ofrecer emociones únicas. Para la Real Sociedad, queda el aprendizaje de que cada partido en este torneo tiene su propia complejidad, y que no hay espacio para la relajación.
Análisis táctico completo del partido
Foto: Redes sociales de la Real Sociedad (@RealSociedad).
Más videos de la Fuensanta y el ambiente histórico en @infoubc (Instagram).