El arreón final de la Balompédica Linense, tras marcar de penalti, no bastó para rescatar un punto.
La Real Balompédica Linense alarga su mala racha tras un partido en el que el equipo de Javi Moreno se ha visto sobrepasado. El resultado es idéntico al del desastre de hace una semana en la Isla de León, pero el guion ha sido muy diferente.. Tras encajar dos goles, ha sido la escuadra blanquinegra la incapaz de darle la vuelta a un partido en el que, hasta que Jack Harper definiera desde los 11 metros, no arrancó el motor futbolístico que hace un par de semanas parecía estar en su mejor momento..
No fue de inmediato cuando la Deportiva Minera desactivó el aparato defensivo que desplegó durante el comienzo del partido la Balona, repeliendo todo balón que amenazara las bandas. El dominio del partido se mantuvo en perfecto balance a la par que los entrenadores buscaban romper el monótono intercambio de posesiones que marcó los diez primeros minutos de la contienda. La Deportiva Minera envió balones a la banda izquierda, donde apareció el ex-balono Omar Perdomo, mientras que la Balona buscaba la forma de comunicarse con un Joao Pedro, usual desequilibrador, que parecía ausente.

La Deportiva Minera, superior en la lectura del partido.
El peso del esférico recayó sobre el equipo murciano, que movía el cuero sobre el césped del Municipal a la espera de un error de los locales. La Balona por su parte, se encargaba de impedir que el ‘killer’ de los de Cartagena mirara de cara al arco defendido por Álex Lázaro, y obligó a los de rojo a jugar en espacios reducidos. La estratagema de los de La Línea quedó desvelada a medida que los fuertes cañonazos que enviaba la zaga sobrevolaban el cielo del estrecho, con los atacantes aguardando a ras de la medular, dibujando rápidos contrataques.
En uno de ellos, fruto de pases enlazados en el lateral derecho, Carlos León se coló en el área visitante, pero la abrumadora infinitud de opciones a tomar, a medida que se aproximaba al límite vertical del terreno de juego, apagaron las luces del malagueño, que fue sustituido en la segunda parte sin el convencimiento de haber cuajado una actuación a la altura.
Rubén Mesa, delantero centro minero, se fue activando progresivamente conforme sus camaradas en el ataque se desquitaban de la timidez con el esférico. En concreto, la figura de Sandji se ganó un par de galones este mediodía, efectuando a posteriori atléticos esprints que dejaron en ridículo la forma física de los otros veintiún futbolistas sobre el verde, ya quemados por la exigencia del partido.

Omar Perdomo se reencontró con su ex-equipo
Omar Perdomo no iba a escapar de la visita a su anterior club sin oportunidades para hacerlo sangrar. En el minuto treinta, Perdomo entró en contacto con el balón a menos de quince metros de la línea de gol, pero tras un quite de aquellos que cortan la respiración, que juegan con la gravedad propia de la llamada pena máxima, cayó al suelo sin obtener ningún premio. La Balompédica aguantaba el 0-0 que dictaba el electrónico mirando con anhelo la entrada a vestuarios.
Alberto Fuentes se disfrazó con el espíritu vertical y atrevido de Joao Pedro cuando todavía el brasileño no entraba en calor, y administraba el juego linense durante los estrechos tramos en los que a la Balona se le permitía desafiar los dominios Cartageneros. Sin embargo, la desesperante imprecisión local al jugar de banda a banda trababa el engranaje blanquinegro.
Un improcedente resbalón de Moha Hamdoune, central más que cuestionado en el partido de la jornada anterior contra el San Fernando, imposibilitó que los albinegros pudieran despejar un balón en área propia que fue trasladado por Sandji a Rubén Mesa, el cual, rematado a placer por el ex del Estepona, agitó la red viendo a Álex Lázaro caer impotente.
La Deportiva Minera comenzó a imprimir rápidas combinaciones que la Real Balompédica Linense no pudo asimilar, y que casi cuestan la desventaja de dos goles en un par de jugadas ingeniadas por la dupla Mesa-Omar Perdomo. La balona, noqueada, basculaba a merced de los dirigidos por Pérez Veiga.
La realización última del éxtasis cartagenero fue el lijado de poste que corrió a cargo, una vez más, del matador que tiene el Minera en Rubén Mesa, que mantuvo el cuchillo entre los dientes en todo momento. El descanso llegó con la euforia murciana y las dudas del público local.
El descanso no aclaró las ideas de los campo-gibraltareños.
La entrada de Jack Harper, que acumula 7 goles esta temporada, prometía dotar de recursos al ataque blanquinegro. El escocés gozó de una en la que controló el balón en el área incómodamente cercenado por la defensa roja, pero supo tocarla lo necesariamente fuerte para forzar a la defensa visitante a cortarla solo de forma que eludieran el penalti por la más minúscula distancia, en una entrada sujeta a interpretación.
La Deportiva Minera proseguía al timón del partido, y aprovechó un desajuste producto de la rápida reincorporación a su campo de la línea defensiva contraria para perforar con su punta de lanza; el agraciado con dos tantos, Rubén Mesa, el frágil entramado adversario; en una jornada dominical en la que el arma murciana destacó por su rapidez a la hora de surcar el latifundio de los anfitriones.
La Balona solo despertó con las propuestas ofensivas de Carrasco, que se encargó de hacer valer su banda a tenor de que Joao Pedro no aprovechaba los espacios de la suya. Aún cuando el único tiro en posición favorable, efectuado por Carbiá, capaz de pausar la nula creatividad en el ataque balono, trazó una elevada parabólica hacia el fondo norte; la balona se encontró con un penalti que encendió a la grada local, y que convirtió el punta escocés para mantener al aficionado linense pegado a su asiento.
La Balona se desmelenó para tratar de no irse de vacío en casa, pero el último testarazo de Fran Moreno a balón lateral, en una de las muchas tarascadas que dio la balona ya levantado el cartelón, no vio puerta.
Ahora el linense asimila una tercera derrota consecutiva que cuestiona, en términos clasificatorios, su permanencia en el cuarto escalón del fútbol español.
FOTOS:ERASMO FENOY ( EUROPA SUR)