Debut con identidad, presión y señales prometedoras ante el Marbella
El estreno del Castilla al mando de Álvaro Arbeloa dejó algo más importante que el marcador: un estilo reconocible. Desde el pitido inicial, el equipo mostró que tiene una hoja de ruta clara característica de los equipos de Arbeloa. Dominio del balón, presión alta, intensidad tras pérdida y valentía para construir desde atrás.
Goleada del Castilla en el primer amistoso de pretemporada
El Castilla arrancó la pretemporada con una victoria a domicilio ante el Marbella en el primero de los seis amistosos que disputará antes del inicio de la Liga. Castrelo y Loren Zúñiga, en la primera parte, y Rachad en la segunda con un doblete fueron los goleadores en el debut triunfal de Arbeloa como técnico del filial madridista.
El equipo de Arbeloa acaparó la posesión desde el inicio con una presión alta que le permitía recuperar rápido el balón. Las ocasiones empezaron a llegar a partir del primer cuarto de hora con dos remates de Loren Zúñiga que estuvieron cerca de inaugurar el marcador. Pero no fue hasta el tramo final de la primera mitad cuando llegaron los goles. Los tantos fueron de Castrelo, tras un robo en la frontal del área que finalizó con un potente disparo (min. 36), y de Loren Zúñiga. El delantero puso el 0-2 al recoger el rechazo en el poste en un centro de David Jiménez (min. 40).
Arbeloa renovó al equipo en la segunda parte con la entrada de los otros diez jugadores disponibles (Súnico y Calleja lo habían hecho en la primera mitad por Fran González y Joan Martínez). Otra recuperación, esta vez de Fortea, propició el tercer tanto de Castilla. El lateral se adentró en el área y asistió a Rachad, que con un disparo raso con la zurda batió al guardameta local en el minuto 56, anotando en su debut con el filial madridista. El delantero proveniente de la UD Almería volvió a demostrar su calidad y olfato de gol cuatro minutos después. Encaró la portería y la acción acabó con un remate por encima de Vassileu.
Compromiso colectivo y señales de identidad
El Castilla de Arbeloa no solo ganó por marcador, sino que dejó muestras claras de una identidad definida. La presión alta constante y la capacidad para recuperar el balón en campo rival fue la clave de los cuatro goles. Incluso con el 0-2 a favor, el equipo mantuvo la intensidad y las faltas tácticas en la salida del Marbella mostraron la actitud competitiva desde todos los jugadores.
Además, el regreso de Joan Martínez tras lesión dejó buenas sensaciones: se le vio más fuerte y ambicioso, un claro reflejo de la ambición que el cuerpo técnico quiere implantar en el equipo.