El Barakaldo le pone la guinda a un 2024 espectacular con una victoria de prestigio en Lasesarre
Lasesarre se preparaba para un bonito partido entre equipos de Euskal Herria, con un Barakaldo que ansiaba terminar el 2024 de la mejor manera posible, con una victoria. Los de Imanol de la Sota, que están en una situación liguera sobresaliente, enfrentaban con su gente un partido importantísimo ante el filial navarro.
Osasuna Promesas por su parte llegaba a Lasesarre con tres derrotas bajo la manga. Después de caer ante Tarazona, Andorra y Barcelona Atletic, los de Santi Castillejo visitaban Lasesarre con la intención de dar la campanada y llevarse los tres puntos. Aunque rápidamente se le pondría el encuentro en contra.
Poco tardó en desbordarse la alegría para los gualdinegros. Un centro con música de Pablo Santiago y un remate inapelable de Maroan Sannadi adelantaba a los de casa a los 30 segundos de juego. Desde luego una situación inesperada para los navarros que no supieron tener ni la agresividad ni la intensidad para defender esa acción tan determinante en el arranque del partido.
Pero Osasuna Promesas fue capaz de levantarse e incluso de generar más de una acción de peligro. Una oportunidad clarísima de Arroyo desbaratada por una mano espléndida de Unai Perez se convirtió en el primer aviso importante de los rojillos. También había que tener en cuenta el irregular estado del césped, que sin duda fue el aliciente de un partido muy trabado y de muchas alternativas.
El Barakaldo también seguía a lo suyo. Pablo Santiago y Luis Bilbao, los respectivos extremos del conjunto barakaldés, se convertían en verdaderos puñales cada vez que tocaban el balón, generando peligro de una manera constante. Gracias a ellos y a otros alicientes, el Barakaldo dispuso también de acciones bastante claras, obligando al portero navarro Pablo Valencia a intervenir en más de una ocasión.
El descanso llegó tras una polémica acción dentro del área del Barakaldo. Borja Garcia y Roberto Arroyo fueron protagonistas de un forcejeo en el que el atacante rojillo parecía ser objeto de infracción. Pero el colegiado, más allá de pitar la pena máxima, decidió mandar a los protagonistas al vestuario poniendo punto y final al primer tiempo del partido.
Tras el descanso, el Barakaldo fue haciéndose poco a poco dueño y señor del partido. Los gualdinegros volvieron a salir con las ideas claras al verde, llegando a tener varios acercamientos sobre la portería rojilla. Pero contra todo pronóstico y con una pizca de suerte, el filial navarro consiguió igualar la contienda gracias a un gol en propia portería de Iker Pedernales.
Pero tras el tanto marcado por el conjunto osasunista, una acción polémica señalada como pena máxima volvía a adelantar al conjunto local en Lasesarre mediante Maroan Sannadi. En una acción muy protestada por el banquillo visitante y en la que el entrenador Santi Castillejo catalogó como acción “clave” en la derrota de los suyos.
Tras el nuevo tanto de Maroan Sannadi, la tensión se apoderó del final del partido. Un Osasuna Promesas necesitado y un Barakaldo que buscaba cerrar la victoria protagonizaron un final de partido en el que faltaron las ocasiones, pese a que el conjunto navarro lo intentó con las entradas al partido de gente ofensiva. Pero tras mucho nerviosismo y suspense, el colegiado del partido decretó el final del choque.
La mala racha del filial navarro
Con esta derrota los de Tajonar suman su cuarto partido consecutivo sin puntuar. Pero eso no es lo más grave, lo que verdaderamente preocupa a la afición navarra es la grandísima fragilidad defensiva que tiene el equipo a la hora de defender acciones de peligro. No es ninguna casualidad encajar 14 goles en 4 partidos. Eso significa que algo en el filial osasunista no se está haciendo bien. Unos datos que tratarán de mejorar en el año 2025.
Un 2024 extraordinario para el Barakaldo
Si hay un equipo que no quiere que acabe este 2024, ese es el Barakaldo. Desde luego que muy pocos equipos pueden presumir de un ascenso y unos puestos de play off en su debut en la primera federación. Los de Imanol de la Sota, que están cuajando una primera vuelta de ensueño, se han convertido en un equipo temible, duro y muy atractivo. Demuestran en cada partido que los equipos humildes también pueden pelear por cosas grandes y que con su afición, la que nunca los deja de lado, van a alcanzar de manera más que notable los objetivos marcados en el inicio de la temporada.