La Copa es la Copa, y Santa Ana se vistió de gala para vivir una noche de las grandes. Ambientazo tremendo para recibir a un ‘Segunda’ como el Huesca. Pero el equipo de Guilló, muy serio, no estaba para fiestas. El Huesca tiró de galones, supo sufrir cuando tocaba y mató el partido con la pegada que se le supone a un equipo de superior categoría.
El Utebo, líder de su grupo en Segunda Federación, salió a morder. Valiente, con desparpajo y una presión asfixiante, el equipo local demostró por qué está arriba. Encerraron al Huesca en los primeros minutos, buscando crear peligro. Pero el fútbol a veces es cruel, y el partido se torció muy pronto para los de casa. En el minuto 8, Iñigo López caía lesionado de gravedad en la rodilla y tenía que abandonar el campo en camilla. Un palo tremendo para el Utebo y para el partido.
Tras el parón, el Huesca empezó a sacudirse el dominio. Con un once plagado de rotaciones, la ‘unidad B’ oscense quería reivindicarse. Poco a poco, la calidad de Segunda fue apareciendo. Liberto Beltrán, muy activo, era un puñal por la banda. Y de sus botas nació el primer gol. En el minuto 35, Liberto se marchó por velocidad, puso un pase atrás medido y Sergio Arribas, llegando desde segunda línea, la mandó a guardar con un toque sutil de zurda. 0-1 y jarro de agua fría para Santa Ana.
Si el Utebo tenía un plan para la remontada en la segunda mitad, se fue al traste en veinte segundos. Fue un mazazo monumental. Sacaron de centro, el Huesca recuperó rápido, Manu Rico vio el desmarque y metió un pase filtrado magistral por encima de la defensa. Samuel Ntamack, solo ante Chanza, no perdonó y definió con sangre fría para poner el 0-2.
Ese gol mató el partido. El Utebo lo intentó con más corazón que cabeza, pero el Huesca se sintió comodísimo controlando el tempo. Los de Guilló, con el marcador a favor, jugaron con la tranquilidad de saberse clasificados. Chanza, el meta local, evitó una goleada mayor con buenas paradas a disparos de Sielva y Ojeda.
Con el Utebo volcado buscando el gol del honor, llegó la sentencia. Y como no podía ser de otra manera, la firmó la ‘ley del ex’. Minuto 87, Ángel Pérez, ex del Utebo, recibió un balón de Sielva dentro del área y soltó un trallazo imparable que tocó en el larguero antes de entrar. Un golazo para cerrar el 0-3 definitivo.
Victoria seria del Huesca, que cumple el trámite y avanza en Copa. Los menos habituales dieron la talla y cogieron confianza. Para el Utebo, el sueño se acaba, pero se marcha con la cabeza alta y la ovación de su gente, que reconoció el esfuerzo de los suyos ante un rival superior. Esto es la Copa.
Iker Vicente
Foto El Periódico Aragón (Jaime Galindo)

 
            
 
            
 
            
 
            
 
            
 
            
 
            
 
            
 
            
