El conjunto arlequinado supo sufrir, igualó el tanto inicial de Cubillas mediante Novials y forzó una prórroga que disputó con diez hombres. Javi Hernández anotó el lanzamiento decisivo desde los once metros (1-1, 4-3 en penaltis).
El Estadio Pedro Sancho vivió una noche de éxtasis copero con la clasificación heroica del CD Ebro a la siguiente ronda de la Copa del Rey, tras imponerse en la tanda de penaltis a la SD Tarazona, equipo de superior categoría.
El encuentro comenzó con un solemne y emotivo minuto de silencio en memoria de Jorge Casado, jugador de la cantera del Real Zaragoza y exmiembro del fútbol base del Ebro, tristemente fallecido.
Tras el homenaje, el balón echó a rodar y la SD Tarazona no tardó en imponer su jerarquía. El equipo turiasonense controló el tempo del partido durante la primera mitad, monopolizando la posesión y buscando la meta defendida por Mateo Lite. La insistencia visitante obtuvo su recompensa en el minuto 36, cuando David Cubillas aprovechó un centro medido para batir al guardameta local y adelantar a los suyos (0-1). El Ebro acusó el golpe y apenas logró inquietar al Tarazona antes del descanso.
Sin embargo, el guion del partido cambió drásticamente tras el paso por vestuarios. El técnico local, Javier Genovés, movió ficha dando entrada a Álvaro Novials, y el Ebro saltó al césped con una actitud renovada. El equipo arlequinado modificó su estrategia, apostando por un juego más directo y agresivo.
Esta nueva propuesta táctica dio sus frutos en el minuto 58. Tras una jugada bien trenzada, Novials conectó un certero remate de cabeza que superó al portero Amigo, desatando la euforia en la grada y devolviendo las tablas al marcador (1-1). Con el empate, el Ebro se creció y el partido entró en una fase de igualdad, donde la balanza pudo caer para cualquier lado. El propio Ebro dispuso de una clara ocasión en las botas de Charlez para completar la remontada, pero su disparo fue repelido por el meta visitante.
El 1-1 se mantuvo inalterable hasta el final del tiempo reglamentario, enviando la eliminatoria a la prórroga. El tiempo extra evidenció el tremendo desgaste físico de ambos contendientes. Las fuerzas flaqueaban y las ocasiones de gol escasearon. La tensión aumentó en el minuto 115, cuando el Ebro se quedó con un jugador menos por la expulsión de Emmanuel Attipoe por roja directa, tras una dura entrada. El equipo local tuvo que apelar a la épica para resistir los últimos minutos en inferioridad numérica y forzar la tanda de penaltis.
En la suerte de los once metros, el CD Ebro estuvo más acertado. El Tarazona erró dos de sus lanzamientos, por medio de David Soto (parado) y Sergi Armero (disparo alto). Por parte del Ebro, solo Borja Romero falló su intento. La responsabilidad del quinto y definitivo penalti recayó en Javi Hernández, quien no tembló y convirtió su lanzamiento para sellar la clasificación (4-3) y hacer soñar al conjunto arlequinado con recibir a un equipo de Primera División en la próxima ronda.

 
            
 
            
 
            
 
            
 
            
 
            
 
            
 
            
