San Mamés (Bilbao) | 1 de mayo de 2025
El Athletic soñaba con una noche grande. Con su gente, en su estadio, en unas semifinales europeas. Pero lo que empezó como un partido equilibrado y con buenas sensaciones, terminó convertido en un duro castigo. El Manchester United fue más eficaz, más sólido, y se lleva de San Mamés un 0-3 que le deja con pie y medio en la final de la Europa League. Casemiro y Bruno Fernandes, con dos goles, lideraron a un equipo inglés que supo controlar los momentos clave. La expulsión de Vivian marcó un antes y un después.
Buen inicio del Athletic, pero sin premio
El equipo de Valverde salió valiente. En los primeros minutos se jugó lo que quiso el Athletic: presión alta, ritmo y llegadas. Iñaki Williams y Berenguer lo intentaron con decisión, y Onana tuvo que intervenir pronto. Nico también dejó algún detalle. Garnacho avisó para el United con un gol anulado por fuera de juego, pero hasta la media hora, el Athletic fue más vertical, más directo y con más intención.
La falta de acierto, sin embargo, marcó la diferencia. El conjunto rojiblanco tuvo tres ocasiones claras, pero no convirtió ninguna. Y eso, en Europa, se paga.
Casemiro abre el marcador y llega el momento clave
En el minuto 30, en una jugada a balón parado, el partido empezó a girar. Maguire ganó línea de fondo, Ugarte peinó en el primer palo y Casemiro, completamente solo, empujó el 0-1. San Mamés, hasta entonces empujando, se quedó en silencio.
Cinco minutos después, la jugada que marcaría la eliminatoria: Hojlund se escapó, Vivian lo tocó del hombro y el árbitro, tras revisión en el VAR, señaló penalti y mostró la roja directa. Bruno Fernandes transformó desde los once metros el 0-2. Y justo antes del descanso, una gran acción colectiva la volvió a culminar el capitán del United para el 0-3.
En apenas 15 minutos, el Athletic pasó de estar compitiendo de tú a tú a quedarse muy tocado, con un marcador muy difícil de remontar y un jugador menos.
Segunda parte sin reacción y con control visitante
Valverde intentó agitar al equipo con cambios, pero el golpe emocional era demasiado fuerte. El United jugó con inteligencia, bajó el ritmo cuando hizo falta y fue dueño del balón. Garnacho, Casemiro y Bruno pudieron ampliar aún más la ventaja, pero Agirrezabala salvó con varias intervenciones de mérito.
Nico Williams, sustituido en el tramo final, no encontró espacios. Iñaki, exhausto, también acabó sustituido. El equipo se vació, pero no tuvo herramientas para volver al partido. Tampoco ayudó la tensión en la grada, muy crítica con el arbitraje tras la expulsión y el penalti.
La eliminatoria, cuesta arriba
El 0-3 es un resultado muy duro para el Athletic. No solo por lo que significa a nivel de marcador, sino por cómo se produjo. El equipo había entrado bien, generó peligro, y se mantuvo en pie hasta que el United golpeó con fuerza. A partir de ahí, el oficio y la pegada de los ingleses marcaron la diferencia.
En Old Trafford tocará un milagro, pero todavía quedan 90 minutos. El Athletic ya ha demostrado esta temporada que sabe competir. Para remontar, necesitará fe, acierto y la versión más valiente de su historia reciente.