El Girona venció al Espanyol en la final del torneo catalán
El Girona se proclama campeón de la Copa Catalunya tras vencer en la final por penaltis al Espanyol. El encuentro disputado en la Nova Creu Alta (Sabadell) enfrentó a dos grandes del futbol catalán en un partido de pretemporada con un título en juego. Los jugadores de Manolo González fueron durante gran parte del partido superiores a su rival, pero la lotería de los penaltis sonrió a los chicos de Michel Sánchez.
Alineaciones de ambos conjuntos
RCD Espanyol:
Girona:
Toma de contacto entre Girona y Espanyol
El partido inició unos minutos después de lo previsto. Una hora antes del inicio del encuentro, Sabadell fue escenario de una gran tormenta de verano. Aunque no muy larga, sí fue intensa, llegando a granizar a falta de 45 minutos para el inicio del juego. Los aficionados se refugiaron como pudieron en los aledaños del estadio del Centre d’Esports Sabadell en busca de un techo. En lo que al fútbol se refiere, el encuentro comenzó con gran intensidad. Ambos conjuntos enseñaron los dientes durante los primeros instantes con presiones imponentes. El Espanyol no solo era el equipo local en el marcador, sino que así se sintió en el estadio. De los más de 7800 asistentes al partido, la mayoría eran pericos. Pese a ser minoría, la afición gironina también se hizo notar a lo largo del encuentro.
La primera mitad fue una toma de contacto entre ambos conjuntos. Tanto Manolo González como Míchel salieron con dos onces prácticamente llenos de titulares. Tras el primer cuarto de hora, el conjunto blanquiazul se hizo con el dominio del juego pero la defensa rival impidió cualquier intento de ataque. Por su parte, el Girona pese a sufrir oleadas ofensivas de sus contrario supo reponerse poco a poco, principalmente gracias a las acciones individuales de Asprilla. El jugador colombiano del Girona lideró por el flanco izquierdo diversos intentos para llegar al arco perico defendido por Fortuño.
Sin duda alguna, una de las grandes ocasiones del partido la tuvo en sus botas Tsygankov. El extremo ucraniano recibió solo en el lateral del área y colocó el balón con rosca al palo más alejado. Sin embargo, Fortuño impidió con total éxito el tanto de su rival. El joven arquero perico recibió el elogio de sus aficionados presentes detrás de su meta. Algunos de ellos también se acordaron con un poco más de rabia del nuevo fichaje blaugrana Joan Garcia. Los primeros 45 minutos de juego no contaron con mucho más peligro. El Espanyol quiso buscar la ventaja antes de irse a los vestuarios con algún contraataque. Pero los jugadores del Girona impidieron cualquier intento cortando la ofensiva espanyolista con alguna tarjeta amarilla (Solís, min. 31). Lo peor de la primera mitad fue la lesión de Abel Ruíz. El ariete valenciano salió con molestias a falta de pocos minutos para el descanso.
El ganador se decidió en los penaltis
Tras el descanso, Michel aprovechó para dar reposo a muchos de sus jugadores y apostó por los chicos del filial. Si bien es cierto que fue una buena oportunidad para los chicos más jóvenes, el Espanyol se hizo otra vez con el control del partido con una plantilla algo más veterana. Al menos durante una buena parte de la segunda mitad hasta que Manolo también dio oportunidad a los más jóvenes de la casa y a la vez a demás jugadores del primer equipo. El partido estaba tranquilo. Pero después de que el colegiado Gonzalo Romero expulsara a Cabrera (en el banquillo en ese momento) el encuentro se calentó un poco.
A falta de 20 minutos para el final, los cambios surtieron efecto en la plantilla periquita. El Espanyol apretó a su rival en busca del gol de la victoria. La defensa gironina solo pudo achicar agua para evitarlo, pero con el paso de los minutos cada vez lo hacía con más peligro de encajar un tanto. El último tramo del partido fue un monólogo blanquiazul aunque no consiguió ver puerta. No obstante, se quedó muy cerca. A falta de diez minutos para el pitido final Roberto Fernández tuvo el gol en sus manos. O más concretamente en su cabeza. El ariete recibió un muy buen balón colgado por Leo Salazar desde el lateral. Los chicos de la cantera espanyolista dieron un aire nuevo al equipo para encarar la recta final del partido.
Pocos minutos después, Juan Carlos evitó otra ocasión de gol del ‘9’ perico. Roberto envió el balón con testarazo de cabeza a la portería y el arquero del Girona lo desvió a saque de esquina. Pese a sufrir mucho el Girona tuvo una última oportunidad en el descuento pero no fue exitosa. Tras los 90 minutos reglamentarios y con empate a 0 en el electrónico de la Nova Creu Alta, se pasó directamente a la tanda de penaltis para decidir el ganador del título. El Girona empezó tirando: Dawda Camara, Miovski, Korouma, Yaakobishvili y Alejandro Francés no fallaron ninguno de los 5 lanzamientos. En el Espanyol Roberto, Edu Expósito, Pere Milla y Salazar anotaron los 4 penaltis. Pero en el penalti decisivo, Juan Carlos atajó el lanzamiento de Pablo Ramón y el Girona se proclamó campeón.
Fotografías vía: @GironaFC (X)