El Clásico de la Supercopa de España 2025, disputado en el imponente King Abdullah Stadium de Yeda, será una fecha difícil de olvidar. El FC Barcelona, bajo la dirección de Hansi Flick, arrasó con un Real Madrid que comenzó soñando y terminó viviendo una pesadilla. El 2-5 final, más que un resultado, fue una lección de superioridad táctica y futbolística de los azulgranas, que dejaron al conjunto blanco sin respuestas y sin título.
Un inicio engañoso: el espejismo de Mbappé
El encuentro empezó como todo madridista habría deseado. En el minuto 5, una recuperación de Vinícius Jr. desató un contragolpe fulminante. Kylian Mbappé, con su característico despliegue físico, dejó atrás a Balde con un regate de fantasía y definió cruzado ante un Szczęsny impotente. El primer gol del francés en un Clásico parecía augurar una noche memorable para el Madrid. Pero la ilusión duró poco.
A pesar del gol inicial, el Barça dominaba el balón y el ritmo del partido. Las intervenciones tempranas de Thibaut Courtois —un mano a mano con Lamine Yamal y un cabezazo de Raphinha— mantenían a flote al Madrid. Sin embargo, el equipo blanco empezó a mostrar grietas en defensa, y los catalanes no tardaron en aprovecharlas.
El asalto azulgrana: del empate al huracán
En el minuto 22, llegó el primer golpe del Barça. Lamine Yamal, con una madurez impropia de sus 17 años, se inventó un gol magistral. Recibió un pase filtrado de Lewandowski, burló a un desorientado Tchouaméni y colocó un disparo preciso junto al palo. El gol no solo niveló el marcador, sino que marcó el inicio del festival azulgrana.
El Madrid intentó reaccionar con tímidos avances en campo rival, pero su fragilidad defensiva condenó cualquier esperanza. Camavinga, improvisado en una posición incómoda, cometió un penalti ingenuo sobre Gavi. El árbitro necesitó del VAR para confirmar la acción, y Lewandowski transformó la pena máxima con seguridad en el minuto 36.
Solo tres minutos después, la defensa blanca volvió a colapsar. Koundé, con un pase milimétrico, dejó a Raphinha completamente solo. El brasileño remató con la contundencia de un jugador inspirado, firmando el 1-3. Y cuando parecía que el primer tiempo no podía ser peor, el Barça castigó de nuevo. Un córner mal ejecutado por el Madrid permitió al conjunto de Flick montar una contra perfecta, que Balde finalizó con un disparo cruzado para el 1-4. Era la segunda vez en la temporada que el Barça anotaba cuatro goles al Madrid en un solo tiempo, un dato demoledor.
El Madrid roto: el quinto azulgrana y el trámite final
Con la necesidad de una reacción heroica, Ancelotti introdujo cambios tras el descanso. Sin embargo, las sustituciones no lograron frenar el vendaval culé. En el minuto 48, Rodrygo estuvo cerca de recortar distancias con un disparo al poste, pero fue el Barça quien volvió a golpear. Raphinha, una pesadilla constante para la zaga madridista, anotó su segundo gol tras un error defensivo que involucró nuevamente a Tchouaméni.
La expulsión de Szczęsny en el minuto 56 por una entrada fuera del área sobre Mbappé dio un atisbo de esperanza al Madrid. En la falta resultante, Rodrygo anotó un golazo para maquillar el marcador y poner el 2-5. Pero incluso con un jugador más, los blancos no lograron someter a un Barça que controlaba el juego con serenidad. Los cambios de Ancelotti —Modric, Brahim y Asensio— no tuvieron el impacto esperado, y el partido se fue apagando entre los «olé» de la afición culé.
Lecciones de una derrota histórica
La noche dejó conclusiones claras para ambos equipos. El FC Barcelona, con Flick a los mandos, ha consolidado un proyecto ilusionante. Lamine Yamal, Raphinha, y un resurgido Lewandowski simbolizan un equipo con equilibrio entre juventud y experiencia. Este título, el primero de la era Flick, es un mensaje contundente para el resto de Europa: el Barça está de vuelta.
En el otro lado, el Real Madrid mostró todas sus carencias. La decisión de improvisar a Tchouaméni como central y la fragilidad defensiva del equipo expusieron la falta de profundidad en la plantilla. A pesar del talento ofensivo de su cuarteto estelar —Mbappé, Vinícius, Rodrygo y Bellingham—, los blancos nunca encontraron cohesión ni respuesta táctica. Carlo Ancelotti tendrá que replantear muchas cosas si quiere salvar una temporada que prometía gloria, pero que ahora está llena de dudas.
El Final de un Clásico Inolvidable
El 2-5 de Yeda no fue solo una derrota. Fue un golpe anímico y deportivo que quedará marcado en la memoria del madridismo. Por el contrario, para el Barça, esta victoria supone algo más que un título: es una reafirmación de su estilo, su ambición y su capacidad para dominar incluso a los rivales más temibles. El Clásico de la Supercopa 2025 será recordado como el inicio de una era para unos y el principio de una crisis para otros.
FOTO CABECERA: Cuenta oficial de la RFEF en X
FOTO : Szczesny – Ap/LaPresse
FOTO: Lamine Yamal y Balde – AS
FOTO: Afición – Alberto Estevez (EFE)
Iker Vicente