Fría noche de enero. El temporal Herminia todavía coleando en el norte. Vitoria-Gasteiz. El mítico fútbol de los lunes. España paralizada. Ni Revuelta ni Hormiguero, todos pendientes de un Alavés-Celta (modo ironía on). De diez la afición babazorro exhibiendo una gran pancarta en el fondo con el lema “No al fútbol entre semana”. Tebas? A otra cosa, ahora que tiene voz y voto también en la Federación
Tras el palo, la crónica: Todo saltó por los aires en el primer córner del partido, minuto 4. Despeje de Fran Beltrán con los ojos cerrados y el balon impacta primero en el codo y luego en la cabeza. Sin querer? Si. Penalti? Pues en este fútbol parece que sí. Personalmente es sonrojante pitar eso como penalti, el VAR no vino para señalar estas cosas, sino para errores manifiestos (o eso nos hicieron creer..)
El caso es que penalti, y Kike García engaña a Guaita. 1-0. Y el Alavés se quedó esperando a que el Celta propusiese algo. Pero el Celta sin Aspas ni Alfon, sin Mingueza ni Swedberg, es decir, sin gente que sabe manejar el balón y ver espacios, hizo una primera parte horrenda, sin llegada ni pegada. Y el Alavés pecó de poco colmillo cuando tuvo el partido a favor. Prefirió no pasar apuros antes de ir a por más. Algún centro peleado por Kike García y poco más. Al descanso, la nada. Si no eras de Vitoria o de Vigo, habría que pagar un plus por aguantar sin bostezar.
En la segunda parte mejoró algo el Celta con la entrada de Williot Swedberg (peor era muy difícil) pero sin avasallar al rival. Los vitorianos eran superiores pero seguían con el guión establecido de esperar y mandar algún sprint a Carlos Vicente a ver si sentenciaban el partido. Coudet se quejó de la falta de contundencia… y con razón.

Y mientras el partido adormecía en la nadería, apareció el único fogonazo celeste en la noche. Un mal pase de Ristic lo controla en bote Pablo Durán que conecta una volea que Owono toca pero no puede evitar el empate. Curioso que elmejor delantero celtiña sea el último en llegar y que hace 4 años jugaba en Preferente.
Y de ahí al final, ninguna ocasión remarcable y bostezos generalizados. Honor a los aficionados que a las 23h de un día laborable tenían que volver a casa para trabajar al día siguiente tras asistir a un espectáculo tan lamentable. El Alavés mete al Espanyol en descenso pero seguirá en alerta roja. El Celta, a pesar de rascar un punto, con nada que celebrar por el flojo nivel exhibido. Y al aficionado neutral, tranquilidad, que mañana hay Champions!!