El mes de marzo para el Atlético de Madrid prometía ser histórico. Se avecinaban partidos muy importantes en competiciones clave, y eso suponía un reto enorme para los colchoneros. Sin embargo, esos encuentros cruciales terminaron convirtiéndose en un cúmulo de decepciones para un equipo que había firmado una primera vuelta muy buena, tanto en LaLiga como en la Champions. Todo apuntaba a que tenían opciones reales en las tres competiciones: Champions League, Copa del Rey y LaLiga. Pero la realidad ha sido muy diferente.
Champions League: de soñar a estrellarse
La aventura europea comenzó con buen pie en la fase de grupos, venciendo al Leipzig con una trabajada victoria. Sin embargo, pronto llegaron las dudas con dos derrotas consecutivas. La primera fue un contundente 4-0 ante el Benfica en Lisboa, y la segunda, un 1-3 frente al Lille, con un penalti muy polémico en contra en el minuto 74, cuando el partido iba 1-1.
A partir de ahí, el Atlético resurgió. Encadenó cinco victorias consecutivas en Champions, todas con dos o más goles a favor, lo que hizo soñar al Metropolitano. Uno de esos triunfos fue especialmente notable: 1-2 en el Parque de los Príncipes contra el PSG, un equipo en gran momento y firme candidato al título. Sin embargo, los de Simeone supieron desmontar los planes de Luis Enrique.
El 21 de febrero se celebró el sorteo de los octavos de final. El destino quiso que el rival fuera el Real Madrid. Para muchos, un sueño. Para otros, una pesadilla.
En la ida, disputada en el Bernabéu, el Real Madrid se impuso con mucho sufrimiento. Rodrygo abrió el marcador, Julián Álvarez firmó un golazo, y finalmente Brahim, que había empezado en el banquillo, fue decisivo con su entrada y anotó el tanto del triunfo.
La vuelta fue histórica por el ambiente: una afición entregada desde la llegada del equipo al hotel de concentración. El Atlético logró adelantarse (aunque tarde), con un Gallagher imperial. Pero la polémica volvió: en la tanda de penaltis, un error de doble toque de Julián Álvarez en su lanzamiento fue clave, y permitió al Real Madrid tomar ventaja. Así, los blancos sellaron su pase a cuartos, en el estadio rival y en un momento en que el Atlético soñaba con todo.
Copa del Rey: adiós al sueño… y al derbi
En la Copa del Rey, todo apuntaba a que el Atlético, al menos, alcanzaría la final. Pero los emparejamientos no fueron sencillos. El último obstáculo fue el FC Barcelona.
En Montjuic, se vivió un partido de locura: 4-4, imprevisible y lleno de emoción. Todo se iba a decidir en el Metropolitano. Pero mientras el Atleti se desinflaba, el Barça seguía imperial: no perdía desde el 15 de diciembre contra el Leganés, y en lo que iba de 2025 estaba siendo muy goleador.
En la vuelta, el Atlético firmó una primera parte muy floja, y no fue hasta la entrada de Sorloth cuando el ataque pareció tener algo de claridad. Lamine Yamal y Pedri dominaron durante los primeros 45 minutos. En la segunda parte, el Barça, cómodo, se limitó a gestionar el resultado. A pesar de los cambios de Simeone, Hansi Flick supo manejar la ventaja, impidiendo que el Atleti generara ocasiones claras.
El Barça se metió en la final y habrá Clásico en La Cartuja, mientras que el Atlético se quedó fuera de lo que prometía ser un derbi histórico por una Copa del Rey… en su propio estadio y contra el Real Madrid.
LaLiga: lejos del liderato, lejos del título
En cuanto a LaLiga… bueno, aún les queda, pero la situación es muy complicada. El Atlético de Madrid está tercero con 57 puntos, a 9 del líder, el FC Barcelona, y por debajo del Real Madrid, que tiene 63.
Es cierto que los rivales que le quedan al Atleti podrían permitirle sumar bastantes puntos si recuperan el nivel mostrado en gran parte de la temporada. Pero los números recientes no invitan al optimismo: de los últimos 7 partidos, solo han ganado 2, empatado 3 y perdido 2.
Quedan 9 jornadas y algunos rivales serán duros o se juegan mucho. Otros, en teoría, deberían ser asequibles. La otra cara es la del Real Madrid y el Barcelona, ambos finalistas de Copa del Rey (que se juega en 3 semanas) y cuartofinalistas de Champions. Además, entre los partidos ligueros que restan, hay un Clásico pendiente.
Todo apunta a un final de temporada tenso para los tres grandes. El Atlético, al estar solo en una competición, podría aprovecharlo. Pero pase lo que pase, estas últimas 4-5 semanas ya son inolvidables… por lo malas que han sido para los colchoneros.
Iker Vicente