El Real Madrid se ha clasificado para la final en la Cartuja de Sevilla tras eliminar a la Real Sociedad en un partido de infarto
El Real Madrid eliminó a la Real Sociedad en el partido de vuelta de las semifinales de la Copa del Rey. Ambos conjuntos se desfondaron en un partido que se alargó hasta la prórroga. Rudiger anotó el tanto definitivo en los treinta minutos extra para empatar el partido, y a su vez, para desempatar la eliminatoria (5-4). Los madridistas por tanto, esperan rival para pelear por el título. Fútbol Club Barcelona o Atlético de Madrid se disputarán dicha plaza.
En lo que al partido se refiere, ambos equipos salieron al verde con pies de plomo. El resultado de la ida (1-0 a favor de los blancos) no influenció a ninguno de los dos planteles. Al menos en los primeros instantes, la Real se mantuvo ordenada sin generar desajustes yéndose arriba. Supo controlar los ataques merengues, a pesar de que Endrick ya avisó con algún remate acrobático que era capaz de todo. Llegado el primer cuarto de hora de juego al marcador del Santiago Bernabéu, a penas había habido un tiro a puerta en el partido (por parte los locales). No obstante, un minuto después en una acción combinada, Pablo Marín peinó hacia atrás un balón aéreo que venia desde la zaga txuri-urdin. El envío pillo a Lucas Vázquez desprevenido y no pudo impedir el primer gol de la noche, obra de Barrenetxea.
Se le complicaba la eliminatoria al Real Madrid que veía como su rival ya había igualado el global en quince minutos. Pero los chicos de Ancelotti supieron reaccionar de buena manera. En parte, liderados por las acciones individuales que hizo Jude Bellingham. El británico fue de lo mejor sobre el césped en el Real Madrid. Tras un par de intentos frustrados por Remiro, Vinícius encontró a tres dedos a Endrick. El ex de Palmeiras se quedó solo delante del arquero y definió picándola con clase para empatar el encuentro (y desigualar la eliminatoria). Tras el tanto del brasileño, el Madrid recuperó la iniciativa pero no hubo mucho tiempo para más y Alberola Rojas decretó el final de la primera parte.
Ya en la segunda parte, los blancos salieron con ganas de más. Desde muy temprano se pudo a ver a los suplentes del banquillo madridista calentando, algo no muy habitual en el modus operandi de Carlo Ancelotti. Llegado el ecuador de la segunda mitad ambos técnicos hicieron cambios para refrescar a los suyos. La Real empezó a tomar un poco más de protagonismo gracias a las acciones por banda de Take Kubo. También la tuvo Zubimendi pero Lunin lo impidió desviando su remate de cabeza. Era el mejor momento del conjunto de Imanol. A penas unos minutos más tarde llegó el ansiado gol que buscaban. Esta vez con algo de suerte, Pablo Marín se inventó de la nada una acción individual en el lateral del área que Alaba acabó desviando a propia puerta.
Un final de partido muy ‘Real Madrid’
Llegaron los minutos finales del partido, y con ellos los más locos también. A falta de diez para el final, Oyarzabal, de nuevo con la colaboración en propia meta de Alaba, anotó el 2-3 en la eliminatoria. La Real estaba en la final de Sevilla si nada cambiaba. Pero unas semifinales en el Santiago Bernabéu siempre tienen reservada un poquito de emoción para los minutos finales. Y así fue, solo dos minutos después Bellingham anotó tras una carrera y centro excelente desde la izquierda de Vinícius. Y de nuevo, cuatro minutos más tarde Tchouaméni se sumó a la fiesta, y con un cabezazo anotó el tanto que desempataba la eliminatoria. Ahora sí que parecía terminado el encuentro. No para Oyarzabal, que se le ocurrió marcar otro gol cuando el árbitro miraba el reloj para decretar el final. El capitán vasco envió el partido a la prórroga.
En el tiempo extra el cansancio se hizo notar, la Real apenas tuvo ocasiones para rebatir los ataques de su rival. Ancelotti dio entrada a Brahim, Arda Güler y Fran García que aportaron gran frescura al desarrollo del juego blanco. Sin embargo el mejor, y así lo demostró a pesar del cansancio, fue Bellingham. El ‘5’ inglés fue omnipresente y apunto estuvo de decantar la eliminatoria con algún remate en la prórroga. Pero el tanto definitivo no fue suyo, lo hizo un hombre que se está acostumbrando a aparecer en las citas importantes. Antonio Rudiger cabeceó un centro tenso de Arda Güler desde la esquina, para dar el pase a la final en el 115′ de partido. El ‘loco’ se fue directo a la grada y quedó absorbido entre la multitud que lo abrazó. El Real Madrid está en la final y espera rival. ¿Colchoneros o culés, quién acompañarán a los blancos en Sevilla?
Fotografïa vía: @Realmadrid (X)