Hay partidos que no solo te dejan sin puntos, sino que te obligan a mirarte al espejo y preguntarte quién eres como equipo. Eso fue exactamente lo que le pasó al Real Murcia en su visita al Antequera CF, donde perdió 2-1. Más allá del resultado, lo que duele es cómo se perdió: sin ideas, sin contundencia y, sobre todo, sin fe.
Desde el primer minuto, quedó claro quién era el líder. El Antequera jugó como un equipo que sabe lo que quiere, mientras el Murcia parecía un grupo de desconocidos intentando sobrevivir. Un fallo defensivo de Saveljich al inicio del partido regaló una ocasión clarísima que Gazzaniga, el mejor del Murcia, salvó. Pero el problema no era solo el fallo, sino la actitud. Tres minutos después, un zurdazo imparable de Chema Núñez puso el 1-0 y dejó al Murcia tambaleándose.

Un líder que pisa fuerte
El Antequera no se conformó con el gol temprano. Sabían que el Murcia estaba grogui, y fueron a por más. La banda izquierda era una autopista para los locales. Juanmi Carrión y Elejalde destrozaron a la defensa grana, y en una jugada perfecta, Marcelo Dos Santos hizo el 2-0. Minuto 22, y el partido parecía terminado.
Mientras tanto, el Murcia intentaba reaccionar, pero todo era demasiado previsible. Algún intento de Juan Carlos Real a balón parado, un remate al larguero de Alcaina… pero poco más. El primer tiempo terminó con un 2-0 que reflejaba la diferencia abismal entre ambos equipos.
Un giro insuficiente para cambiar el rumbo
La segunda parte comenzó con dos cambios en el Murcia. Toral y David Vicente entraron al campo, y durante unos minutos, parecía que las cosas podían mejorar. Pero esa sensación no duró mucho. El Antequera controlaba el ritmo del partido, jugando con una tranquilidad que solo tienen los equipos que creen en lo que hacen.
A pesar de todo, el Murcia encontró algo de vida. Un córner bien ejecutado por Pedro León terminó en gol de Juan Carlos Real, que recortó distancias. El 2-1 parecía abrir una puerta, pero el Murcia no supo cómo cruzarla.
Cuando el esfuerzo no es suficiente
En los últimos 20 minutos, el Murcia se volcó al ataque, pero el fútbol no es solo cuestión de correr. Toral intentó liderar, Pedro León buscó balones largos, y Palmberg se unió al esfuerzo en los minutos finales, pero las ideas eran escasas. Por cada intento del Murcia, el Antequera respondía con contragolpes peligrosos que estuvieron cerca de sentenciar el partido.
El pitido final dejó una sensación de impotencia. El Murcia se queda a seis puntos del liderato y con la necesidad urgente de cambiar su dinámica si quiere ser un aspirante real al ascenso
Más que una derrota
Este partido fue más que una derrota. Fue un recordatorio de lo que significa competir en lo más alto: no basta con tener talento o historia; hace falta jugar como un equipo que cree en sí mismo. Y eso, por ahora, es lo que le falta al Murcia.
Si algo quedó claro en El Maulí es que el Antequera no es líder por casualidad. Su fútbol es sólido, rápido y efectivo. El Murcia, por otro lado, sigue buscando respuestas en un mercado invernal que deberá ser decisivo. Porque, jugando así, no se asciende.
¿Hay tiempo para corregir? Sí. ¿Hay margen de mejora? También. Pero este equipo necesita empezar a demostrarlo ya. El próximo partido será clave. No para recuperar puntos, sino para recuperar la confianza perdida.

FOTOS: LA VERDAD
Iker Vicente