La primavera llamando a la puerta, soleada, aunque fresca tarde de marzo en el Nou Estadi. Nàstic y Barakaldo, o lo que es lo mismo, dos equipos que luchan por meterse en la promoción de ascenso. Para los locales es el objetivo mínimo de la temporada tras ver que el ascenso directo es ya una quimera. Y los visitantes siendo junto con el Arenteiro el equipo revelación de 1RFEF. Un recién ascendido de 2RFEF que se ha plantado con ¾ de la liga disputada con el objetivo de la permanencia casi asegurado y a un punto del segundo. Equipo capaz de ganar a los dos primeros clasificados (Cultu y Ponfe) pero que sufrió en invierno la baja de su goleador Marouan Sannadi, hoy fulgurante titular y cuartofinalista de la Europa League con el Athletic.
Muy buena entrada en el campo, 7 mil personas, que oh sorpresa, viene dada en parte por el (por fin) horario adecuado y el buen tiempo tras una semana de lluvias.
Dani Vidal, en entredicho las últimas semanas, buscaba el revulsivo dejando en el banquillo a hombres habituales como Jardí o Gorostidi y metiendo a fichajes invernales como Miguel Leal, Juncà o el retornado Roberto Torres.
La primera ocasión vino en el minuto 2 con un gran pase filtrado del propio Roberto Torres a Antoñín Cortés pero su disparo, con el portero ya batido, lo sacó un defensa bajo palos. Pensábamos que nos íbamos a divertir….
Lo que parecía un partido entretenido desembocó en un quiero y no puedo del Nàstic, con un Barakaldo muy bien plantado y que incluso le discutía la posesión a los de Tarragona.
Se tapó el sol y se tapó el fútbol. Mucho medio campismo, mucho balón dividido, muchísima imprecisión en los pases. Dos amarillas para el Barakaldo en la primera media hora por cortar sendas contras fue lo más destacado, imaginaros el nivel.
Se intentó estirar el equipo de la margen izquierda de la ría con dos tímidas llegadas en dos chuts desde fuera del área de Valiño y Luis Bilbao que atrapó sin problemas Dani Rebollo.
De ahí al descanso dos amarillas más esta vez para el Nàstic por sendos codazos en balones aéreos, una volea de Pablo Fernández a centro de Roberto Torres muy centrada y nada más. Tostón nivel culebrón turco.
La segunda parte no podía ir a peor. El Barakaldo que ya en el primer tiempo rascaba minutos al reloj, lo convirtió en un hábito en el segundo, sin prisa ninguna.
Pero el Nàstic empezó con más brío. A los 3 minutos en el primer despiste defensivo vasco, Antoñín se plantó otra vez mano a mano con el portero, pero el último control se le fue largo y ni siquiera pudo rematar decentemente. Todo mal. Al menos sirvió para despertar a la grada. En la siguiente jugada quien la tuvo fueron los visitantes con un 3 para 2 que salvó Montalvo del remate libre de marca de Valiño.
En el 55 buena volea del local Roberto Torres tras un saque de banda colgado al área se fue rozando el palo. El Nàstic al menos ponía algo de alma y achuchaba a un Barakaldo que ralentizaba el juego.
En el 60 y justo después de meter 3 cambios, otro mano a mano de Antoñín Cortés que esta vez tiraba al muñeco y estrellaba el balón en el cuerpo de Unai Pérez. Tan luchador como desacertado de cara a puerta. Seguía en la ola buena el Nàstic mucho mejor que en la primera parte. Solo le faltaba el remate final.
Consiguió el Barakaldo parar la ofensiva grana y frenó en seco el ímpetu local. Las pérdidas de tiempo eran continuas ante la desesperación de la grada local.
Y cuando parecía que agonizaba al empate a cero, una falta lateral a favor del Nàstic, el balón al área, y mientras se reclamaba una posible mano del Barakaldo la pelota le queda muerta a Montalvo que chuta ajustado con la zurda, pasa entre dos jugadores y se cuela pegada al palo de la meta vasca.

Y de ahí al final nada más. No se jugó nada y el Barakaldo quedó KO después del gol, ni siquiera se pudo acercar al área.
El Nàstic fue en el que más lo buscó y la victoria se puede calificar de “justa pero sin presumir”. Supera al Barakaldo en la clasificación y sigue en el pelotón de equipos que habitan en el play off. Aunque a nivel futbolístico tiene mucho margen de mejora.
Los vascos cabeza bien alta, partido bien planteado y murieron en la orilla. Partido que no pasará a la historia pero esto es 1RFEF y lo que importa es sumar.