… ¡Y llegó el día! Lo que todo aficionado de estas categorías espera cada verano. El play off de ascenso. Las puertas del fútbol profesional, el dinero de la tele, la remodelación de los estadios…. Todo eso en 4 partidos.
Con Ceuta y Leonesa celebrando que lo lograron por la vía rápida, 8 equipos luchan por los otros dos puestos. 4 semanas para decidirlo. En la parte del cuadro que nos toca, Mérida vs Real Sociedad B en una de las semis, y en la otra, este Nástic-Real Murcia.
Los locales quintos y gracias en la temporada y con un más que sorprendente cese de su míster Dani Vidal a dos jornadas de acabar, y la vuelta de un histórico como Luis César al banquillo.
Los visitantes, segundo in-extremis tras un gol en el descuento del último partido, lo que les hará tener ventaja de campo en esta eliminatoria y en una hipotética final contra el ganador del duelo entre extremeños y vascos.
Dos plantillas con un solo objetivo: ASCENDER.
El día no podía ser más de play off. 18h 30 y mucho calor. Unos 1000 aficionados venidos desde Murcia se mezclaban en los aledaños con los locales al ir todos de rojo. Al contrario que el año pasado contra el Ceuta, cero incidentes.
Equipazo el que presentaba Fran Fernández con gente con experiencia en categorías superiores como Saveljich, Flakus o David Vicente, dejando incluso en el banquillo a su más ilustre jugador, el veterano Pedro Léon.
En los de Tarraco, Luis César sorprendía arriesgando con el chaval del filial Eric Pujol en el centro de la zaga y con Alex Jiménez en banda en detrimento de clásicos como Antonio Leal, Pablo o David Concha.
¿Y las gradas? Pues lleno casi absoluto, rozando los 14 mil espectadores, ambientazo, toda una gran mancha roja.
Primeros minutos después de toda la efervescencia de himnos, cánticos, mosaicos y alineaciones donde no pasó absolutamente nada. Balón del Nástic, orden y presión murciana. Ambos equipos sacaron el tópico de “eliminatoria a 180 minutos”. Alguna falta lateral del Nástic sin peligro y poco más. El calor tampoco ayudaba a que el ritmo fuese vertiginoso.
Se cumplía la media hora y ni una ocasión clara que llevarnos a la boca. Mucha falta táctica. Pausa de hidratación.
Justo después de dicha pausa, primera acción de ataque pimentonera con un centro de Flakus que atrapó Rebollo y una tímida reclamación de penalti del mismo jugador por empujón.

Y en el 39 en un balón colgado a Flakus que el joven Pujol despeja en semi fallo, el esloveno se zafa de Unai Dufur, se la deja de tacón a Sergio Benito que bate por bajo a Rebollo. Muy blandos los centrales del Nàstic (primer partido juntos). Jolgorio en la grada visitante, que bote la Condomina y silencio sepulcral en el resto del campo.
Primer chut, primer gol. La posesión estéril del Nàstic contra la eficacia murciana. Pero así es como se asciende. Al descanso, pesimismo local y euforia visitante.
El segundo tiempo empezó con el mismo dominio del balón local, y tranquilidad visitante, arañando segundos en cada falta, en cada saque de banda. Pablo Fernández por un desacertado Roberto Torres como único cambio local.
Pasaba el tiempo, Luis César no movía más el banquillo y el Murcia guardaba la ventaja como un tesoro. El partido se jugaba a lo que ellos querían, poco en este caso…
Me gustaría contar más cosas épicas que una promoción de ascenso merece, pero el partido languidecía como la tarde en Tarragona. Tan solo el uy en la grada llegó en el 72 con un centro de Antoñin que por fin encontró a Pablo, pero su remate lo rechazó abajo Gazzaniga y el posterior rechace lo envió a las nubes Migue.
Pablo Fernández era el único que lo intentaba con criterio moviéndose por todo el frente de ataque. En el 74 rompió por el centro consiguió abrir a banda derecha donde Jardí se le devolvió y desde la frontal la clavó al palo contrario, Gazzaniga hizo la estatua. Explotó el Nou Estadi cuando más deprimido estaba.
El gol animó a los grana y los pimentoneros prefirieron valorar el empate. La verdad es que la segunda parte de los de Fran Fernández fue más bien contemplativa, sin crear ninguna ocasión clara de gol. Orden y muchas ayudas pero poco ataque.
De ahí al final algún centro con peligro, pero poco más. Los locales que se vieron con el 0-1 buena parte del partido consiguieron el empate, aunque ya saben que solo les vale ganar en La Condomina y mucho tendrán que mejorar en su juego para pasar. Recordamos que en caso de empate en la eliminatoria no habría penaltis y el Murcia pasaría por haber quedado en mejor posición en su grupo.
Los pimentoneros sacan provecho de la ventaja de campo con un partido prácticos y les vale empatar para pasar a la final por el ascenso, La resolución, en 7 días en tierras murcianas