El Real Madrid, segundo clasificado de la Liga F, recibía en el Estadio Alfredo Di Stefano a un Betis necesitado de puntos ya que llegó al partido como penúltimo clasificado a dos puntos de la salvación. El buen tiempo de la capital hacía indicar que podríamos disfrutar de un gran partido de fútbol pero este encuentro fue mucho más breve de lo que los aficionados béticos hubieran querido.
El Real Madrid impuso un ritmo físico altísimo con una presión muy elevada de Linda, Feller, Athenea y Signe Bruun ante la que las defensoras verdiblancas no tuvieron respuestas, los primeros 40 minutos fueron un monologo blanco en el que las madridistas dispararon 26 veces, 10 entre los 3 palos y consiguieron 5 goles que pudieron ser muchos más. Además de las ya mencionadas hay que destacar el partido del Caroline Weir que fue la directora de orquesta de todo el futbol ofensivo del equipo de Toril. A partir del quinto gol el Madrid bajó el ritmo y el Betis lo aprovechó para hacer un gol antes del descanso.
A la vuelta del paso por vestuarios el partido cambió por completo, las blancas redujeron los riesgos que asumian, instalaron el bloque mucho más cerca de su portería y tuvieron posesiones mucho más largas. Por su parte el Betis tiró de orgullo y piso mucho más campo rival que en la primera parte. Más allá del juego la segunda mitad sirvió para rotar y repartir minutos a jugadoras jóvenes como Irune Dorado, Carla Camacho y Alba Alonso.
Una vez acabado el partido, el Madrid ha demostrado porque está luchando por el campeonato y el Betis ha demostrado porque va a tener que cambiar cosas para mantenerse en esta competición.
