El Ramón Sánchez-Pizjuán acogió un enfrentamiento lleno de dramatismo entre el Sevilla y el Valencia. Ambos equipos, necesitados de puntos, se vieron atrapados en una lucha táctica que dejó pocas alegrías futbolísticas, pero mucha tensión. El marcador final reflejó el empate (1-1), con un gol agónico de Adrià Pedrosa en el tiempo añadido que «resolvió» al Valencia de una victoria crucial.
Primera Parte: Dudas y carencias ofensivas
El partido arrancó con un ritmo espeso, reflejo de la situación en la que se encuentran ambos clubes. El Sevilla apostó por un sistema con tres centrales, liderados por Nemanja Gudelj, buscando construir desde atrás y permitir mayor profundidad por las bandas, especialmente con José Ángel Carmona y Saúl Ñíguez como carrileros. Sin embargo, la falta de precisión en los pases largos de Lucien Agoumé y Sow condicionó su juego ofensivo.
Por su parte, el Valencia, colista en la clasificación, mostró un planteamiento más conservador bajo las órdenes de Carlos Corberán. El técnico optó por explotar la velocidad de Luis Rioja y Diego López en las transiciones rápidas, apoyados en la distribución de André Almeida y Javi Guerra en el centro del campo. Sin embargo, su incapacidad para finalizar las pocas ocasiones generadas en la primera mitad limitó su impacto.
El meta valencianista Giorgi Mamardashvili fue clave en este tramo, evitando que un disparo de Isaac Romero, tras un gran pase de Lukebakio, inaugurara el marcador.
Segunda Parte: Delirio valencianista y redención sevillista
La segunda mitad comenzó con un Sevilla más volcado al ataque. Rubén Vargas, quien debutaba, aportó dinamismo en el tramo final, destacando un disparo que impactó en el poste. Pero cuando parecía que los locales tomaban el control, llegó el golpe del Valencia.
En el minuto 61, una salida rápida dejó a Luis Rioja mano a mano contra Gudelj. El extremo, con un zurdazo cruzado impecable, batió al portero noruego Nyland, anotando su cuarto gol de la temporada. Este tanto parecía ser un alivio para un equipo que lleva meses sin conocer la victoria fuera de casa.
El Sevilla respondió con más impulso que ideas, acumulando hombres en ataque y apostando por centros al área. Cuando todo parecía perdido, Adrià Pedrosa tomó protagonismo en el minuto 93. Con un disparo lejano que botó justo frente a Mamardashvili, el lateral sorprendió al portero, quien no logró detener el balón. El empate desató una mezcla de alivio y frustración en las gradas del Sánchez-Pizjuán.
Análisis táctico: Las claves del partido
La transición del Valencia: Carlos Corberán planteó un esquema que priorizó la velocidad por las bandas y las salidas rápidas al contragolpe. La conexión Almeida-Rioja fue determinante en su planteamiento ofensivo.
La reacción del Sevilla: García Pimienta, consciente de las limitaciones en el mediocampo, buscó alternativas con el debut de Vargas y la entrada de Pedrosa. El esquema se adaptó para explotar las bandas en los minutos finales.
El fallo clave de Mamardashvili: Aunque el portero georgiano salvó varias ocasiones, su error en el gol de Pedrosa fue decisivo y dejó al Valencia con un sabor amargo.
Conclusión
El empate deja al Valencia hundido en el fondo de la tabla, con apenas 13 puntos al cierre de la primera vuelta. Por su parte, el Sevilla, aunque lejos de su mejor versión, logró mantenerse en la zona media con 23 puntos, aunque el nerviosismo de su afición sigue latente. Ambos equipos tendrán que mejorar considerablemente si quieren cumplir con sus objetivos de aquí a final de temporada.
FOTOS: Julio Munoz / EFE
Iker Vicente